Atreverse a reinventarse: una oportunidad en medio de la crisis

La reinvención de los negocios luego de la debacle en la economía

El mundo ha sufrido una serie de cambios drásticos debido a la pandemia del Covid-19 y el rubro de los negocios no son ajenos a esta desafortunada situación. Los períodos de cuarentena, el cierre de fronteras, el desempleo y una serie de factores han cambiado el panorama económico en todo el mundo.

En el Perú, negocios se han visto en la necesidad de cerrar por no poder tener a su alcance los recursos para poder solventar gastos, alquileres e incluso pago para sus empleados, por lo que se han visto a tener que cerrar u optar por una opción más rentable. Es aquí cuando surge una alternativa para algunos negocios o emprendimientos frente a la falta de oportunidades en el mercado: reinvención.



Oportunidad ante la adversidad

De acuerdo con la información del INEI, entre los meses de abril y junio, aproximadamente 2.7 millones de personas perdieron sus empleos solo en la ciudad de Lima. Cabe mencionar que parte de esta transición o reinvención se debe a que, producto de la crisis sanitaria, hay algunos rubros que han podido generar demanda entre la población, como es el caso de los rubros de fármacos, alimentos o servicios de primera necesidad.

Además, a medida que se realizan cambios el sistema económico con las decisiones del gobierno, se abre la posibilidad para que se reabran otros servicios que estaban suspendido. Pese a estas circunstancias, en el caso peruano, no todos los negocios han logrado recuperar los ingresos durante estos 6 meses. Por tanto, frente a la situación incierta del panorama en general, negocios locales se han visto en la necesidad de reinventarse para generar ganancias y poder brindar oportunidad de trabajo, ante una creciente situación de desempleo.

De pastelería a minimarket

Un claro ejemplo de que esta es una oportunidad para muchos negocios u emprendimientos es el caso de la tradicional pastelería San Antonio. Este local que en un inicio tuvo como propuesta vender panes, pasteles y variedades, se convirtió en un minimarket para ofrecer productos alimenticios como condimentos, conservas de pescado, lácteos, arroz, menestras, fideos, harina, huevos, mermeladas artesanales, vinos, bebidas, etc.

Este cambio se realizó durante los primeros meses de cuarentena, cuando los casos de infectados iban en aumento y los cambios de libre tránsito de personas afectó en gran cantidad las diferentes propuestas de negocios, desde los informales hasta las empresas transnacionales. Pese a que su negocio se basa únicamente a la venta de pastelería-panadería, la acertada decisión de reinventarse como una tienda de abarrotes le sirvió para seguir captando a los consumidores y no estancarse, a diferencia de algunos puestos que pudieron cerrar en estos meses.

La discoteca que se convirtió en market

Otro interesante ejemplo de conversión de negocio fue el de la discoteca Downtown, ubicada en el distrito de Miraflores. El reconocido centro nocturno decidió dar un paso adelante y hacerle frente a la crisis convirtiendo el establecimiento en un market o mercado con venta de productos de primera necesidad. Debido a que se han prohibido las reuniones aglomeradas y los locales de alta concentración, la empresa encargada de la discoteca optó por la alternativa de transformarse en un mercado, siguiendo los protocolos de seguridad y sanidad al igual que el caso de la panadería San Antonio.

Como vemos, no está mal atreverse al cambio. Aun en la adversidad, existen posibilidades en medio de la crisis para poder generar un cambio y mantener el negocio en funcionamiento pese a la situación que nos afecta a todos.

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